Hablar de Maracaibo es ineludiblemente toparse con ese calorcito regionalista, que recorre las arterias del Maracucho, hasta confluir en un sentimiento impalpable conocido como la Zulianidad esa que vas mas allá del puente, el lago o la china. Pues ella representa la identidad de todo aquel que se sienta zuliano. Así como el sentir de toda una región que a través de costumbres, quehaceres, formas musicales, tradiciones, mitos, recuerdos colectivos, añoranzas, vivencias que ocurrieron o nacieron en conjunto con la herencia de la etnia añú y de la wayuu proveniente de la genocultura producto del mestizaje con los andaluces y africanos que se acantonaron en el sur del lago dando como fruto el orgullo a este gentilicio saberse parte de ese conjunto inédito, singular y único en el planeta que adopto hasta volver propio un voceo singular que representa el sentir de una cultura que por medio de la esencia de sus habitantes se hace sentir dentro y fuera de Venezuela.
De manera que cabe recordar, que un 28 de enero de 1821 Francisco Delgado, gobernador de la Provincia de Maracaibo declara la independencia del Zulia, acto que se convierte en la primera decisión política tomada autónomamente por el pueblo zuliano, en defensa de su identidad y de sus intereses nacionales. En conmemoración de ese hito en nuestra historia, en 1990, siendo gobernador Oswaldo Álvarez Paz, se organizó un concurso público para dotar al Zulia de una bandera, y así el 28 de enero de 1991 se enarboló por primera vez la bandera creada por José Antonio Urdaneta, de azul, negro y con el sol y el relámpago del Catatumbo, lo que condujo posterior a esto En vista de la importancia de esa fecha en la historia zuliana un siglo más tarde en el año 2002 al entonces Gobernador de esta entidad; Manuel Rosales Guerrero decretar esta fecha como el día de la Zulianidad en pro de preservar dicha identidad y recordar con orgullo lo que significa por dentro ser parte de la tierra generosa y atractiva por la que nativos y extraños se desviven.
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